Vaya, después de hacer mi segunda tira de pruebas (lo acepto, la primera y nada son lo mismo), me doy cuenta porque a los mexicanos nos va como nos va:
La vida, casi no tiene color, no significa. Cuando un hombre nace y le quiere dar color y significado a la suya, lo único que consigue es es subexponer lo que ya se le ha otorgado: un destino trazado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario